Cuidad de México | 10 de agosto de 2022. | Redacción.-
“Cuando encuentre la casa vengo por ti”, le dijo su propietaria a Deysi, una perrita pitbull de cinco años que fue rescatada de los escombros que provocó el derrumbe del cerro del Chiquihuite en septiembre de 2021, donde murieron cuatro personas.
El desprendimiento de pesadas rocas ocurrió el 10 de septiembre del año pasado y Deysi fue encontrada dos días después por elementos de la Secretaría de Marina (Semar), quienes participaron en las labores de ayuda a los damnificados en la parte alta de Tlalnepantla.
Era una de las mascotas de Eustacia, vecina de la colonia Lázaro Cárdenas, que se quedó sin casa por los daños que sufrió, y cuando fue hallada la pitbull, tenía múltiples golpes en el cuerpo, así como un cuadro de deshidratación.
Deysi fue llevada a una clínica veterinaria privada donde le curaron diversas heridas. A ese lugar llegó días después Eustacia, quien le prometió a la perrita que en cuanto tuviera un sitio donde residir con su familia, la llevaría también.
Luego Deysi y otros 59 animales fueron trasladados a un albergue ubicado en una zona boscosa de Santiago Cuauhtenco, en el municipio de Amecameca, donde recibió cuidados para su recuperación total.
A casi un año del siniestro en el cerro del Chiquihuite, la pitbull ha sanado completamente y se adaptó a ese extenso sitio en el que aprendió a tener una rutina y a convivir con los otros animales que ahí albergan.
Maribel Cervantes, presidenta de Huellitas Amecameca, dijo que los dueños de Deysi no regresaron por ella, pero en ese lugar se ve contenta, porque después de sanar sus heridas, se ha desarrollado plenamente.
De los 60 animales que llevaron a ese inmueble, quedan 11, todos perros. Algunos fueron dados en adopción y otros recogidos por sus propietarios.
“Hay de todo: blanquitos, cafecitos, pitbull. Al inicio buscaban mucho a la perrita a la que rescató la Marina, que según iban a venir por ella, la perra ya está gordita, esterilizada, vacunada, está bonita, pero desafortunadamente ya no vinieron por ella, a los demás tampoco ya no los reclamaron, entonces están en el albergue, ahí se van a quedar hasta que alguien ojalá los adopte”, dijo Cervantes,
Cuando los llevaron al albergue de Huellitas Amecameca todos los animales estaban en shock por lo que sufrieron en la zona del Chiquihuite, externaban miedo, lloraban porque extrañaban a la familia con la que vivían y no se adaptaban a su nueva residencia, no comían.
Uno de los perros murió porque dejó de comer y se le veía muy triste, contó Cervantes. Los otros poco a poco fueron adaptándose al lugar.
En Huellitas Amecameca hay 307 animales, la mayoría perros y gatos, pero la agrupación civil enfrenta problemas financieros por el alto número de especies que cuidan, por lo que piden apoyo a la población para que les otorguen donativos.